Activos Intangibles

Los activos intangibles pueden ser difíciles de evaluar –después de todo, no tienen una referencia física o valor de uso palpable–, sin embargo, son críticos para el aspecto, la percepción, la funcionalidad y el atractivo de prácticamente todos los productos que se consumen en el mercado.

Se tiene en cuenta en la contabilidad porque posee la capacidad de generar beneficios económicos futuros que pueden ser controlados por la entidad económica.

En ese sentido,  a pesar de que es complejo aprender su valor de la misma forma que los activos tangibles, es posible tener un estimado de su impacto en el balance general de una empresa.

Clasificación de activos intangibles

Por lo general, se suele decir que los intangibles son activos identificables, de carácter no monetario y sin apariencia física. Sin embargo, pueden no serlo o tener otras muchas características. Por ello, los activos intangibles se clasifican en:

Según su posibilidad de tener identidad propia

  • Identificables: marcas, derechos de autor, licencias de uso, etc.
  • No identificables: publicidad, gastos de organización, etc.

Según su forma de incorporación:

  • Adquiridos (intercambio con terceros): concesión, franquicia.
  • Desarrollados por la propia entidad: gastos de desarrollo.

Según su posibilidad de venderlos por separado:

  • Vendibles por separado.
  • No vendibles por separado.

Según su plazo de vida legal:

  • Limitada por ley o contrato: patentes o concesiones.
  • Perpetua: marca renovable.

Según su posibilidad de reconocerlos contablemente:

  • Registrables contablemente
  • No registrables contablemente